En el año 1928 se improvisaron en Tornquist dos equipos de fútbol se denominaron “El Trebol de Cuatro Hojas” y “Bancarios”. Estos últimos nada tenían que ver con un Banco, pero como en su formación figuraban cinco empleados bancarios, le pusieron ese nombre.
La realización del partido entre ambos equipos había despertado gran expectativa en el pueblo dado que don Aquiles Evangelista, con su pluma de periodista nato, había escrito en el diario que él dirigía (el Tornquist) un comentario sobre lo que iba a ser este magnífico encuentro futbolístico.
Se jugaba por un asado a la criolla, y bien adornado, como se decía. Llevaba vino, cerveza, pan, ensalada, fruta y algunos pastelitos caseros.
El perdedor se haría cargo de todos los gastos y así se hizo.
Nos tocó pagar a los del “Trebol de Cuatro Hojas”, pues perdimos 1 a 0, en estupendo partido.
El gol lo convirtió Vicente Rosatelli con potente tiro que yo, que era el arquero, no vi para nada.
Después del cotejo se comió el asado en el correlón de la tienda “El Sol de Mayo”.
Se festejó de tal forma que algunos de nosotros nos tuvieron que llevar en andas a nuestras casas, pues el “peludo” fue grande.
¡Qué íbamos a hacer! Y la verdad que nos ganaron en buena forma, pese a que yo fui mejor que el propio Gatti /y no es por alabarme; pasa que no conocí a mi querida abuela, por eso lo digo”
Tal como lo recordaba el bisabuelo Cayetano Macchi Nota publicada en la edición de Observador Serrano del 16 de Septiembre de 1986