No puedo dejar de recordar en estos apuntes a mi querida “Escuela del Estado”, donde aprendí lasa primeras letras.
Todavía llevo grabadas en mi retina las imágenes de los maestros Cavalcanti y Costo, y de las maestras Aída Rosa Fiori, Josefa Alzaga, Oliva Alzaga, Josefa Apaolaza y Josefa Sochi de Tomoso.
¡Como para no recordarlos¡ Buenos maestros. Cariñosos, rectos. Les diré que si los veíamos venir por una calle del pueblo, tomábamos por la otra para no encontrarnos, pues los respetábamos más que a nuestros propios padres.
¡Qué tiempos aquellos!
Me acuerdo con cariño de la maestra Josefa Sochi de Tomoso. Ella había venido de los pagos de Dolores. Yo iba a su casa a hacer los deberes, ya que me quería mucho y pretendía encarrilarme bien (siempre nos decía que estudiábamos, para llegar a ser alguien en la vida); alquilaba una pieza en la esquina de don Enrique Donnari, a donde nosotros íbamos a estudiar.
Sería interminable hacer la lista de todos los chicos y chicas que fueron conmigo a la escuela, de quienes no me puedo olvidar (pero ocuparía todo el periódico nombrándolos).
Sí en cambio voy a hacer referencia a dos históricas peleas.
Don Pablo Muller fue uno de los primeros en la localidad que tuvo radio.
Cuando boxeó Luis Angel Firpo con el norteamericano Demsey (si hubiera sido hoy ganaba Firpo, pero le robaron la pelea y no pudo ser campeón del mundo) nos fuimos en barra a lo de Don Pablo.